El miércoles 13 de noviembre de 2024, Kianush (Mehdi) Sanjari, periodista y activista político y de derechos humanos se lanzó, según fuentes de inteligencia y medios informativos del régimen, desde el puente Hafez en Teherán alrededor de las 19:00, después de haber dado un ultimátum de menos de un día exigiendo la liberación de algunos prisioneros políticos.
Kianush Sanjari; Un nuevo asesinato del régimen iraní
Esta noticia ha creado en la opinión pública, a parte de un profundo sentimiento de repudio hacia los actos criminales del régimen, serias dudas sobre la veracidad de la versión gubernamental del fallecimiento de Kianush.
Kianush había sido arrestado por primera vez a los 17 años y, tras salir de la cárcel y de los centros de tortura del régimen, había declarado haber recibido 110 descargas eléctricas durante sus interrogatorios.
En los trece días antes de su fallecimiento, Kianush no dio ninguna señal sobre su situación, ni siquiera en su cuenta de X (Twitter), hasta que ayer, de repente, apareció un mensaje suyo en el que advertía que se suicidaría si el régimen no liberaba a algunos de los prisioneros políticos hacia las 19:00 horas. Y fue a esta hora cuando, en el frío y la lluvia, siendo descalzo y con ropa muy inadecuada, fue encontrado en el suelo bajo el puente Hafez, el cuerpo sin vida de este activista que amaba a Irán. Esto sucedió justo el mismo día en que él tenía previsto tomar su vuelo hacia Estados Unidos. Todos aquellos que trabajaban con él y lo conocían de cerca coinciden en que, a pesar de todos los problemas que el régimen y sus espantosas agencias de inteligencia le causaron, Kianush no era una persona con inclinaciones suicidas. Él mismo solía decir: «Luchamos por amor a la vida, no por la muerte».
La Asociación Iraní Pro-Derechos Humanos en España responsabiliza a los gobernantes de la República Islámica y sus verdugos agentes de esta tragedia humana, incluso si se tratara de un suicidio de protesta, y condena enérgicamente este nuevo crimen del régimen teocrático y su brazo militar la llamada Guardia Revolucionaria.