La tercera Conferencia Internacional sobre Justicia Social y Desarrollo Sostenible, con el tema de los derechos humanos y las mujeres, se celebró en la Universidad de Salamanca del 3 al 5 de diciembre de este año. La Asociación Iraní de Derechos Humanos en España participó activamente en este evento internacional por segundo año consecutivo. A continuación, se presenta el texto del discurso pronunciado por la Secretaria General de la Asociación durante la conferencia.
Cuando la desnudez de una mujer es una armadura de lucha.
Buenos días a todas y todos, gracias por envitar a la Asociacion Irani pro DDHH en España, y para mi es un honor hablar sobre la situación de ddhh y especial las mujeres en Iran
El día 2 de noviembre Ahoo Daryai estudiante de la Universidad de Azad Teherán se dirige hacia su universidad como otros días a empezar sus clases. En la entrada la policía de seguridad le impide a entrar y le dice que su Hijab no es adecuada y además le agrede. Ahoo según las imágenes que los transeúntes le habían tomado y habían distribuido en las redes sociales se quita la ropa y se queda solamente en la ropa interior y empieza a andar delante de la universidad. Esta forma de protesta contra las normas establecidas, dejan libre de imaginar la enorme valentía y el nivel de la rebeldía acumulada en esta mujer y madre de 2 hijos que le ha llevado a accionar de esta forma. Ahoo Daryaii inmediatamente fue detenida por la Guardia Revolucionaria y después anunciaron que le han ingresado en un hospital psiquiátrico.
Mehrdad Darvishpour, sociólogo, sobre la desnudez de Ahoo Daryayi ha señalado que esta acción es un símbolo de desnudar la opresión y represión que durante décadas ha afectado al cuerpo y la mente de las mujeres iraníes. Considera la desnudez como un desafío radical contra un régimen que ha hecho del control del cuerpo y la sexualidad femenina parte de su identidad ideológica y política, también subraya que está acción, al igual que acciones similares en el pasado, va más allá de un acto individual y tendrá profundas consecuencias en la sociedad iraní.
En el año 1857 en una gran reunión de los seguidores de la religión bahá’í en un pueblo cerca de Shaherud, Irán, Taheré Ghorratolain se quitó el velo tradicional y comenzó a dialogar con los presentes, sin lugar a dudas esta actitud de Taheré marcó el comienzo de una nueva era en las luchas de las mujeres por la libertad en Irán.
El inicio de la era de la República Islámica marcó el comienzo de una época oscura para todo el pueblo iraní. Se pensaba que, con el fin del régimen monárquico, se construyera un estado de derecho, en la que la ley fuera el criterio y la norma de la relación entre el Estado y el pueblo, y que los derechos de las mujeres, como los de cualquier ciudadano varón, fueran respetados en igualdad. Esto no sucedió, porque la constitución de la República Islámica se escribió basándose en la sharía islámica, que a su vez está inspirada en la vida tribal de la península Arábiga hace 1400 años y con una economía pastoril.
«El 8 de marzo de 1979 ese mismo año, que la República Islámica llegó al poder, las mujeres salieron a las calles para protestar contra las nuevas condiciones y la restricción de sus derechos. Estas protestas y luchas continúan hasta hoy, aunque en otras dimensiones y con un nuevo equilibrio.
En 1988, la masacre de presos políticos, por orden de Ayatollah Jomeini, se llevó a cabo en todas las prisiones del país. Este crimen ocurrió en el silencio de las cárceles, pero fueron las madres quienes, en busca de sus hijos, finalmente llegaron a las fosas comunes del cementerio de Khavaran donde sus hijos yacían enterrados juntos. Fue entonces cuando las madres de los presos políticos asesinados, organizaron el movimiento reivindicativo de justicia. Este movimiento continúa con un clamor más fuerte que nunca en actualidad, ya que la teocracia de la República Islámica sigue necesitando más víctimas para mantenerse en el poder, y en este contexto, el aluvión de madres demandantes de justicia es uno de los movimientos más grandes de reivindicación en Irán, que rodea cada vez más a la República Islámica y le dificulta respirar. A raíz del movimiento de justicia liderada por las madres y posteriormente, del movimiento reivindicativo de las mujeres por el derecho a elegir su vestimenta que el asesinato de Jina Mahsa Amini por la policía de la moral se convirtió en la chispa para el movimiento Mujer, Vida, Libertad.
El movimiento «Mujer, Vida, Libertad», ha provocado una revolución socio cultural y lanzó a la sociedad patriarcal iraní a una nueva era cuyos valores son diferentes del anterior. Ya somos testigos del nacimiento de una nueva visión sobre los derechos de la mujer, la sociedad reconoce a la mujer como un ser que necesariamente no debe ser madre, esposa o hermana para ser respetada y tener derechos. Simplemente por ser mujer, tiene los mismos derechos que los hombres.
En este contexto, las instituciones gubernamentales han anunciado su intención de crear clínicas especializadas en la lucha contra el «desafío del Hijab» en el país. Las autoridades iraníes ofrecerán tratamiento clínico para las mujeres que se resistan a usar el velo islámico o hiyab en público .
Estas clínicas forman parte de una campaña cultural de gran alcance que el régimen, con el apoyo de las fuerzas de los Guardianes de la Revolución y el poder judicial, pretende llevar a cabo para profundizar conceptos como el honor y respeto a los valores islámicos de la moral. “Tratamiento científico y psicológico para quienes retiren el hiyab, de manera específica para las adolescentes y jóvenes adultas, así como para las mujeres que se encuentren en la búsqueda de su identidad social e islámica”. Además, la directora de la sede del departamento de Mujer y Familia del Ministerio para la Promoción de la Virtud en Teheran afirmó que el proyecto tiene como objetivo la defensa de la “dignidad, modestia, castidad y el hiyab”.
Según las autoridades del régimen otro objetivo que persigue este programa es fortalecer la autoestima personal y psicológica de los individuos frente a las presiones sociales. De esta manera, el régimen reduce la confrontación del pueblo con el régimen y específicamente de las mujeres en su lucha contra la discriminación de género a enfermedades mentales.
Me gustaría dedicar la parte final de mi discurso a la última resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas relacionada con la violación de los derechos humanos en Irán. Les pido a los presentes y a todos aquellos que escuchen esta conferencia que utilicen todos los medios a su alcance para asegurar la salud y salvar la vida de NargesMohammadi, premio Nobel de la Paz. quien ha sido devuelta a la prisión después de una cirugía importante y actualmente sufre las consecuencias de esta operación y se teme por su vida. También pidan a las autoridades judiciales de la República Islámica que anulen las sentencias de muerte de dos mujeres activistas Vorishe Moradi y Pakhshan Azizi.
La amarga realidad, es que en Irán no existe un poder judicial independiente, y todas las sentencias de muerte y largas condenas de prisión son emitidas por los interrogadores. Apoyémonos en la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas para defender los derechos humanos en Irán.
Como presidenta de la Asociación Iraní pro Derechos Humanos, insisto que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es la máxima expresión de la civilización humana, un acuerdo logrado por toda la humanidad amante de la paz después de la Segunda Guerra Mundial para su adopción.
Unámonos para crear las condiciones necesarias para su implementación en todo el mundo.
Unámonos para resolver los problemas globales a través del diálogo y las instituciones internacionales competentes. Solo de esta manera podremos alejarnos de las guerras y alcanzar la paz y la reconciliación entre las naciones.
AIPDHE 4 Diciembre 2024